Cuenta una leyenda,que hace mucho,mucho tiempo,cuando los dioses bajaban a la tierra y se mezclaban entre los humanos,la Luna brillaba alta y límpida en el cielo.
Pero la Luna estaba triste pues se sentía sola tan alta en el cielo.
Una noche clara,las constelaciones,hartas de su aburrimiento,decidieron pasear por el cielo.
La Luna desde su sitio,siempre fijo,las vió pasar.
Una de ellas,la constelación del Lobo,la vió tan sola que se paró a charlar con ella,y sin darse cuenta,se enamoró.
Los dioses,llenos de celos y envidia por la relación tan bonita que la constelación y la Luna tenían,decidieron ponerle fin separándoles.
La constelación del Lobo,loca por no poder estar con su amada Luna,rogó y rogó a los dioses poder tocarla. Los dioses,viendo la desesperación de la constelación y el amor que sentía,le dijeron que con todo su poder,se conviertiera en hombre y así podría reencontrarse con su amada Luna.
Pero los dioses aún celosos y envidiosos,no contaron a la constelación que la bella Luna,no tenía el poder de hacerse mujer.
La constelación convertida en hombre esperó y esperó,pero ella jamás apareció. Desde entonces,cada noche,ese hombre se convierte en lobo para poder gritar a la Luna y así poder hablar con su amada.
Y ella feliz,por saberse amada brilla más fuerte y límpida que nunca.
